jueves, 25 de mayo de 2017

Sobre T2



Veinte años han pasado y en mi estéreo siguen metrallando las mismas canciones y los mismos héroes que me acompañaban aquellos aciagos días. Veinte años ya y algunos seguimos danzando sobre el cadáver insepulto del rock and roll. Dos décadas y Boyle se caga en nuestra cara y nos restriega con saña esta secuela de la nostalgia que nos termina de dejar malheridos, que llegó para recordarnos que no fue fácil tirarse del mundo, que la pelotita siguió a toda marcha como un caballo salvaje y desbocado, mientras nosotros, que juramos no envejecer, dejamos de cantarle a la noche y empezamos a andar más despacio, como esa misma puta película que me golpeó en la cara, no como la primera vez, sino con la roída y putrefacta pretensión de lo inevitable. Veinte años ya y algunos seguimos acá, igual de cansados que Spud, que Sick Boy, que Renton y que el mismo Begbie, dejándonos crecer la desazón, el descontento y las hebras plateadas que saltan de nuestras cabezas. Veinte años y el puto Welsh permite esta puñalada… será mejor quedarnos bailando como Rent Boy en un cuarto con acceso al infinito atrapado en una vieja cápsula del tiempo...


The Passenger - Trainspotting



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